Cómo aprovechar el agua de lluvia

Cómo aprovechar el agua de lluvia

Aproximadamente sólo la mitad del agua que utilizamos en el hogar es necesario que resulte potable. El resto, es decir, la que usamos en la lavadora, la cisterna del inodoro o el riego, puede provenir del agua de lluvia si se instala el sistema adecuado para su aprovechamiento, una forma eficaz para ahorrar y combatir la sequía.
Tradicionalmente el agua que empleamos en nuestros hogares ha provenido de la red de suministro. Un suministro que tal como nos recuerdan periódicamente las facturas no resulta gratuito y que, en el caso de muchas partes de España ( especialmente en su vertiente mediterránea) exige unos recursos hídricos cada vez más difíciles de obtener. Con un consumo medio de unos 150 litros diarios por habitante resulta imprescindible que tomemos medidas de ahorro.
Una medida muy eficaz está en el aprovechamiento del agua de lluvia. Recoger el agua de los tejados - relativamente limpia en comparación con otras fuentes- permite servirse de un recurso que habitualmente es desaprovechado. En países del Norte de Europa como Alemania se trata de una solución cada vez más extendida, tanto en bloques de viviendas como en casas unifamiliares. En muchas regiones del Tercer Mundo también resulta un sistema de gran ayuda, ante la insuficiente infraestructura de potabilización y suministro de agua.
En España diversos ayuntamientos subvencionan o exigen en sus ordenanzas que las viviendas dispongan de esos sistemas de aprovechamiento, y desde el pasado 17 de abrildel 2008 la Xunta de Galicia establece que todas las viviendas nuevas que se construyan en dicha comunidad deberán instalar un sistema de recogida, almacenaje y depuración del agua de lluvia para su reutilización doméstica. El coste del equipamiento requerido está en torno a los 2.000 euros por vivienda y puede ir unido a un sistema de reutilización de las agua grises, que limpia el agua ya usada en la casa para volver a emplearla en los usos que no requieran agua potable.
Instalación
Este sistema consiste en conectar los canalones del tejado a un depósito, a través de un sistema de filtrado para eliminar impurezas. El depósito debe contar un sistema de gestión del agua conectado también a la red general de suministro que permita reutilizar ese agua en la vivienda sin peligro de que nunca llegue a interrumpirse el flujo en caso de que paso mucho tiempo sin llover, así como verter el agua sobrante cuando el depósito esté lleno. Por último una bomba permitirá utilizar ese agua en la cisterna del baño, las bocas de riego del jardín y la tomad e agua de la lavadora.
Antes de llevar a cabo la instalación de este sistema hay que averiguar cual es la frecuencia de lluvias en la zona en la que vivamos, pero si calculamos una media anual de 600 litros por metro cuadrado, en un tejado de 100 m2 y con un aprovechamiento estimado del 80%, se podría llegar a obtener unos 48.000 litros de agua anuales. Una cantidad apreciable que permitirá amortizar el coste de la instalación al cabo de unos años.
Hay diversas compañías que ofrecen la instalación de este sistema, como Grafiberica, que ofrece diversos modelos de contenedor de agua subterráneos o bien para colocar en el jardín, con formas decorativas como por ejemplo ánforas. Otras compañías ofertan modelos más originales como las hidropiedras, un depósito de hasta 500 litros de capacidad con forma de piedra para decorar el jardín, y que permite usar ese agua para el riego o para lavar el coche.